Existe dos partes anteriores de este artículo en
Cómo hacer mi árbol genealógico (1ª parte)
Cómo hacer mi árbol genealógico (2ª parte)
En la primera parte comentábamos cómo empezar a obtener datos, centrándolo en las entrevistas familiares y en el registro civil. Por su parte, en la segunda, comenzábamos a ver qué fuentes documentales nos pueden servir para nuestro fin, enfocando la importancia de los libros eclesiásticos.
Aunque volveré a este tipo de documentos de la Iglesia más adelante, en esta tercera parte comentaremos uno de los tipos de fuente documental más utilizado al comenzar estas investigaciones: los censos o padrones municipales.
Los censos y padrones municipales
Podemos catalogar los censos y padrones como fuentes documentales civiles. Desde finales del siglo XIX se establecieron algunos censos electorales, siendo uno de los más amplios y antiguos el de 1890, establecido según Ley del Ministerio de la Gobernación “por la que se establece la obligatoriedad de estar censado y cómo hacer el censo”. Esta ley la podéis encontrar en la Gaceta de Madrid (lo que ahora llamamos Boletín Oficial del Estado BOE), en concreto en fecha 29 de junio de 1890, Gaceta de Madrid 180, páginas 901 a 908.
En este y en otros censos posteriores, se establece cómo realizar el censo, correspondiendo únicamente a varones mayores de edad (entonces mayores de 25 años). Tendremos que esperar a la Segundo República para tener censos con mujeres.
Genealógicamente esta fuente de información es parcial pero interesante. Parcial porque únicamente encontraremos a los ascendientes masculinos de nuestras familias, pero interesante porque se nos dará información más allá de la puramente genealógica: domicilio, profesión, si sabe leer o escribir, etc.
Uno de los problemas fundamentales de esta fuente de información es el de su escasa antigüedad, ya que difícilmente encontraremos censos anteriores a la fecha indicada, aunque en algún caso sí. Tener datos de 1890 supone disponer de información de nuestros abuelos o bisabuelos, cosa que seguramente ya tendremos con nuestro primer tipo de investigación (oral y del registro civil). Además un censo o un padrón nos dice que en esa fecha vivía una persona en concreto en ese lugar, pero no nos aporta dónde nació (fundamental para seguir con nuestro árbol) ni quiénes eran sus padres o abuelos.
La forma de obtener censos es relativamente sencilla: suelen encontrarse en Archivos Históricos Provinciales de las distintas provincias. En algún caso también se encuentran en ayuntamientos u otros archivos, pero por ejemplo en el caso de Zaragoza, los encontraremos en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza (C/ Diego Dormer, 8 50001 Zaragoza, tfno. 976397566, ahpz@aragob.es, ver localización). Allí bastará con dirigirnos a la recepción y pedir el municipio y año que deseemos estudiar; nos dejarán acceso a los microfilms (de muy fácil uso) y podremos sacar las copias en papel que deseemos (bajo una pequeña tasa).
Desde hace algún tiempo, en la Asociación AragónGen, estamos digitalizando los censos que disponemos los asociados y publicándolos en la sección privada de nuestra web. Esto nos permite la consulta de los mismos pero también buscar apellidos, profesiones y datos estadísticos que iremos trabajando y que, más adelante, servirán para una publicación.
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